[...]Lucid Dreams ya no está como antes. Los viejos tiempos, en donde había equilibrio, se perdieron. Ai Enma parece haber desaparecido, seguramente para un ataque sorpresa. Sally esta desesperadamente preocupada y ha construido un muro alrededor de la ciudad, un muro que puede destruirse solamente si ella lo hace. Igual, Ai Enma es su hermana y sabrá como engañarla para que lo destruya. [...]
Entonces, para asegurarse de que por lo menos los que no desean luchar estén a salvo, Sally ha llamado a Kanade Tachibana, una hibrida dispuesta a ayudarla, quien, con la ayuda de Salay, la Guardiana del Cielo, ha creado a la Rebelión. Salay le prometió a Kanade que el refugio de La Rebelión sería en el Cielo y que si Sally perdiese la batalla, ella también iría allí y Lucid sería retomada por Sally luego. Todo lo que Sally quiere es que la ciudad esté a salvo, ella no quiere pelear, pero el hecho de que Ai Enma siga intentando destruirla la tiene en una posición difícil. Debe tomar duras decisiones, pero aún así duda, no está segura. [...]
Ella ha pensado en matar a Ai Enma, pero en el fondo solo desea hablar y aclarar las cosas. Por otra parte, Ai Enma pelea solamente porque le aterroriza la forma de sentirse más débil que Sally, pero en el fondo la quiere, y tampoco desea pelear. Pero en el infierno ella se siente sin fuerza. Eso es lo que ennegrece su corazón y la fuerza a querer matar a su hermana, a quien respetó con tanta fuerza en su interior. [...]
Sally mira a las estrellas y les pide ayuda a ellas y a la Luna, y Ai Enma solo desquita su enojo consigo misma torturando aún más a sus sirvientes, mientras comienza a preguntarse si hace lo correcto.
La guerra se acerca y los destinos de las Reinas son inciertos... ¿Podrán resolver la batalla de sus corazones y hablar como ambas desean o dejarán que su oscuridad interior actúe en su lugar y peleen entre sí? ¿Quién caerá? Solo puedo decir: No lo sé.
